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Hipócrita y desleal

  • Foto del escritor: Patricia Lara Salive
    Patricia Lara Salive
  • 14 may 2021
  • 3 Min. de lectura

Como diría la escritora Laura Restrepo, esta es la “historia de una traición”. Pero además es la prueba del manejo irresponsable, hipócrita y desleal que el gobierno de Duque les ha dado a las relaciones con Cuba. Para corroborarlo, no es sino mirar esta cronología:

1) El 17 de enero de 2019, el Eln explota un carro bomba en la Escuela de Policía General Santander en Bogotá y asesina a 22 cadetes. Entonces, con toda razón, Duque rompe los diálogos con esa guerrilla.

2) Cinco días después, Duque le solicita a Cuba que extradite a los miembros de la Delegación de Paz del Eln que están en La Habana, desconociendo así los protocolos que, en caso de ruptura, rigen entre el Estado colombiano y el Eln, de los cuales Noruega y Cuba son garantes.

3) Durante 2019, Duque le insiste a Cuba en su pedido de extradición de los elenos.

4) El 17 de noviembre, Colombia se abstiene, por primera vez en muchos años, de condenar en la Asamblea General de la ONU el bloqueo de EE. UU. a Cuba. El canciller Carlos Holmes Trujillo (q. e. p. d.) dice que la abstención de Colombia obedece a que Cuba alberga a terroristas.

5) Un mes después (hace 17 meses, según reciente entrevista del comisionado de Paz, Miguel Ceballos), comienzan “las exploraciones” con miras a reanudar los diálogos entre el gobierno de Duque y el Eln. Dice él que en ese período se han realizado 28 encuentros, 22 en la sede de la Nunciatura Apostólica en Bogotá y seis en la Casa de Nariño con la participación de Duque, además de cuatro viajes a La Habana.

6) El 18 de febrero de 2020, con la aprobación de Colombia, el representante del Vaticano, padre Darío Echeverri, y el del secretario general de la ONU, Carlos Ruiz Massieu, viajan a La Habana en vuelo privado para hablar con Pablo Beltrán y otros miembros del Eln.

7) El 14 de mayo, el comisionado Ceballos celebra la inclusión de Cuba, por parte de EE. UU., en la lista de países que no cooperan en la lucha contra el terrorismo, y afirma que dicha inclusión constituye “un espaldarazo del gobierno de EE. UU. a Colombia”.

8) El 20 de mayo, con el mismo propósito, Ruiz Massieu y el padre Darío Echeverri vuelven a viajar a La Habana.

9) El 1° de junio, la Cancillería cubana emite un comunicado en el que rechaza las declaraciones de Ceballos y le pide a Colombia que aclare “si la afirmación formulada por (él) constituye la posición oficial” del gobierno de Duque.

10) El 8 de septiembre repiten el viaje a La Habana el padre Darío Echeverri y Ruiz Massieu con el fin de dialogar con los elenos.

11) El 11 de enero de 2021, el gobierno de Donald Trump incluye a Cuba en la lista de países que patrocinan el terrorismo, con lo cual se intensifica el bloqueo y se ocasionan millonarios perjuicios económicos a la isla y a sus pobladores.

12) El 11 de febrero, viajan de nuevo a La Habana, para hablar con el Eln, Ruiz Massieu y el padre Darío Echeverri, con el beneplácito del gobierno de Duque. Como me dijeron ambos, esas visitas no hubieran sido posibles sin el apoyo de Cuba.

13) El 7 de mayo, Colombia expulsa al diplomático cubano Omar García, quien se ocupaba de las relaciones de la Embajada de Cuba con los partidos políticos, con las organizaciones sociales y con el Movimiento de Solidaridad con Cuba, y les hacía propaganda por Twitter a las vacunas cubanas contra el COVID-19.

Si ese no ha sido un manejo desleal, hipócrita e irresponsable de las relaciones del gobierno de Duque con Cuba, ¿de qué otra forma puede calificarse?

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