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Sean valientes: denles la cara a sus víctimas

  • Foto del escritor: Patricia Lara Salive
    Patricia Lara Salive
  • 30 jun 2023
  • 3 Min. de lectura

En otra de sus salidas antipáticas y desconectadas del sentir del país, el comandante del ELN, Antonio García, regañó en un trino al jefe del equipo negociador del Gobierno, Otty Patiño, y al senador Iván Cepeda por estar “haciendo declaraciones sobre cómo ellos interpretan los acuerdos. Las partes en una negociación no cumplen acuerdos con base en interpretaciones sino teniendo en cuenta la letra exacta de lo que está escrito”. Y agregó: “Los tiempos y el orden de la discusión de los temas también se pactan, algunos de ellos ya son parte de los acuerdos”.

Aquí viene un asunto de fondo: resulta que el tema de víctimas figura en el punto cuarto de la agenda. Se espera que los tres primeros puntos, que fundamentalmente tienen que ver con la participación de la sociedad en el proceso, concluyan en mayo de 2025. ¿Significa eso que el señor García quiere dejar su encuentro con las víctimas para después de esa fecha?

Si es así, sería nefasto. Está claro que el proceso con las FARC solo comenzó a avanzar de verdad a partir del encuentro de los guerrilleros con sus víctimas, tal vez porque entonces empezaron a darse cuenta del dolor tan grande que les habían causado. Pero los de las FARC duraron mucho tiempo convencidos de que el país los adoraba y de que todas las encuestas que se hacían, en las que aparecía su bajísimo porcentaje de aceptación, estaban manipuladas y compradas. Cuando llegaron a Colombia y se encontraron con su pésimo resultado electoral, se estrellaron con la realidad: el país no los quería y no estaba dispuesto a votar por ellos.

A los señores del ELN les pasa lo mismo: el país los detesta y en los territorios donde operan les tienen pánico. Desplantes como los que hace con frecuencia García y declaraciones como la que hizo Pablo Beltrán (dijo que solo secuestrarán si es necesario) no hacen más que agravar la antipatía que les tienen los colombianos.

Pero no se dan cuenta y parecen sentirse felices de hacerse los difíciles. ¡Qué equivocados están!

Ojalá los elenos sepan que a los ex-Farc les hizo un daño político inmenso la cínica frase de “quizás, quizás, quizás”, pronunciada por Santrich cuando un reportero le preguntó si estaba preparado para pedirles perdón a las víctimas. Un impacto similar causó en la opinión la frase de Beltrán.

 

Por eso no hay duda de que a los del ELN les hace falta encontrarse con sus víctimas. Es muy importante que ese encuentro se dé pronto. No pueden esperar hasta mayo de 2025 para llevarlo a cabo y deben asistir Antonio García, Pablo Beltrán y los demás. De todos ellos, el que más claro tiene el panorama es Gabino, el antiguo comandante general que asistió a la reunión de la firma del cese en La Habana, quien dijo: “En el ELN hay una decisión plena de apostarle a este proceso de paz”. Y agregó: “Aportaré lo que me queda de vida en este esfuerzo por la paz”.

Ojalá la autoridad moral de Gabino sea tenida en cuenta por los elenos. Y ojalá se enteren de que este país está absolutamente mamado de su violencia y sus salidas destempladas, que la mayoría interpreta como zancadillas que a cada rato le pone el ELN al anhelo nacional de paz.

***

Les expreso toda mi solidaridad a Héctor Abad, Sergio Jaramillo, Catalina Gómez y Victoria Amelina, quienes estuvieron a punto de morir por un misil ruso lanzado contra un restaurante en Ucrania. Rusia tiene que sentir que toda la humanidad rechaza su guerra absurda y criminal.

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