Ahora, ¡ACCION!
- Patricia Lara Salive
- 16 dic 2016
- 3 Min. de lectura
—¡ACCIÓN!, exclamaba Guillermo, La Chiva, Cortés (q.e.p.d), gerente de la revista Cambio16 Colombia, cada vez que los periodistas perdíamos tiempo conversando por ahí. Y ¡ACCIÓN! es lo que se requiere ahora, una vez que la Corte Constitucional avaló el fast track para que el Congreso apruebe rápidamente las leyes y reformas constitucionales requeridas para la implementación del nuevo acuerdo con las Farc.
Urge que haya ¡ACCIÓN! de parte de las fuerzas de seguridad para que desmantelen los grupos paramilitares y detengan los asesinatos de líderes sociales.
¡ACCIÓN! es lo que se necesita para que las zonas donde se están desmovilizando las Farc se adecúen y se doten de inmediato de servicios públicos.
Se necesita y se ha necesitado siempre ¡ACCIÓN! de parte de este y de los anteriores gobiernos, para que lo que se acuerde en las Cortes y en el Congreso se vuelva realidad; y para que el Estado esté presente en todo el territorio nacional de manera efectiva —no sólo con su Ejército y su Policía, sino muy especialmente con sus escuelas, centros de salud, servicios públicos, caminos veredales, etc.—, de modo que no haya espacios vacíos que puedan ser copados por otros grupos armados o bandas criminales.
Y para conseguir lo anterior, no se requieren leyes ni fast tracks. Únicamente se necesita ¡ACCIÓN! y cambio de chip. El Ejército y la Policía, por ejemplo, que fueron tan eficaces en la lucha contra las Farc, utilizando la táctica de golpear y salir, tienen que volver a los territorios para quedarse. Es que, según me contaba mi amigo dentista, quien hace poco fue en su Jeep de excursión a La Macarena, allá hay pueblos enteros, contruidos por las Farc, ahora abandonados porque ellas están en proceso de desmovilización; y hoy son pueblos fantasmas los cuales, si el Gobierno no los aprovecha ya para beneficiar a las comunidades, muy pronto se convertirán en nuevas sedes de las Bacrim o de cualquier grupo armado.
¡OJO! Lo más triste que podría suceder es que, después de terminar con tanto esfuerzo este proceso de paz, cuyos beneficios se sienten desde hace tiempo porque hace meses no hay en el país una toma de pueblo, ni una emboscada, ni un combate de las Farc, la violencia vuelva porque el Estado no haya tenido la eficiencia necesaria para hacer presencia en las zonas donde operaban las Farc.
Así que, por favor, ¡ACCIÓN!
Reconocimientos: En nombre de mis hijos y nietos, y de los niños de Colombia, les digo gracias a quienes lograron que se aprobara la paz: ¡Gracias!, ante todo, al presidente Santos; ¡gracias! a los miembros del equipo del Gobierno, Humberto De la Calle, Sergio Jaramillo, generales Mora, Naranjo y Flórez, María Paulina Riveros, María Ángela Holguín, Roy Barreras, Juan Fernando Cristo, Rafael Pardo; ¡gracias! al equipo de las Farc, Rodrigo Londoño, Luciano Marín, Milton de Jesús Toncel, Jorge Torres, Félix Antonio Muñoz, Julián Gallo y Seusis Pausivas; ¡gracias! a los juristas Juan Carlos Henao, Manuel José Cepeda, Yesid Reyes y Enrique Santiago; ¡gracias! a Cuba y a Noruega, a Chile y a Venezuela; ¡gracias! a la Corte Constitucional y al Congreso; ¡gracias! muy especiales a Enrique Santos Calderón, quien ambientó la paz, y a Álvaro Leyva y a Iván Cepeda que trabajaron tanto para que ella fuera posible; ¡gracias! a los demás miembros de los dos equipos. ¡Y gracias con aplausos prolongados a los jóvenes que se movilizaron para impedir se hundiera la paz! A todos, ¡GRACIAS!
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